¿Te sientes viviendo tu vida pero sin disfrutar realmente de nada en ella? ¿Te encuentras haciendo la misma rutina día tras día, sin hacer nada especial digno de recordar?
Déjame decirte que sé de qué se trata. Probablemente estás viviendo tu vida y tus relaciones en PILOTO AUTOMÁTICO. Yo misma estuve ahí, y quizás vuelva a estarlo alguna otra vez en mi vida.
Hace 10 años atravesaba un momento en que no sentía paz ni claridad en nada. Me sentía tan desbordada que sólo quería irme a otro planeta. Bajarme del mundo, como diría Mafalda. Estaba sumergida en la peligrosa idea de que “yo puedo con todo”, incluso con las personas y las cosas de mi vida que me pesaban, pero claro, esa idea me hacía daño y no estaba siendo capaz de reconocer que necesitaba parar y cambiar hábitos y exigencias desmedidas.
Confrontada conmigo misma, rechazaba también el mundo tal como era. No podía soportarlo más. Fueron mi curiosidad y mi empuje innato por mejorar y avanzar los me ayudaron a concentrarme en buscar qué era lo que yo realmente quería cambiar, y por qué parecía que siempre iba por el mismo camino. Claro, si quería resultados diferentes, tenía que accionar diferente. Eso lo sabemos todas ¡pero qué difícil es ponerlo en práctica!
Pero en ese momento me sentía tan en el fondo que logré sacar de ahí (a veces el fondo es un gran amigo) la claridad y la fortaleza para alejarme de todas las personas que me estaban haciendo daño, y del propio aspecto de mí misma que me lastimaba.
Esa fue mi vía de salida del PILOTO AUTOMÁTICO en el que estaba viviendo. Esa forma en la que “vives” tu vida como por inercia, sin disfrutar realmente de nada, sin siquiera poder detenerte a cambiar lo que no te gusta. ¿Te suena? ¿Has estado ahí?
Si bien muchas personas viven toda su vida en piloto automático (lo cual es realmente triste), la forma de tener una vida y relaciones verdaderamente gratificantes, es hacerte CONSCIENTE. ¿¿Ah, siiii?? ¡Qué lindo suena eso! ¿Y cómo se hace?
Tranquila, voy a darte 3 herramientas sencillas y poderosas para que puedas comenzar a recorrer el camino de la consciencia:
1- Lo primero que necesitas hacer es ajustar tu mirada a lo pequeño. Si, el verdadero sentido de la vida suele estar en las cosas más chiquitas.
Detente y siente el olor de una rosa. Suena poético pero lo digo muy en serio. Y si no son rosas puede ser sentir el fresco del pasto en tus pies descalzos, detenerte en el sonido del agua… Lo que importa es que detengas el piloto automático, tomándote el tiempo de notar todas las pequeñas cosas a tu alrededor, que ahora parecen olvidadas pero que eran las que más llamaban tu atención cuando eras una niña. Yo miraba mucho las mariposas, las perseguía hasta que las agarraba (creo que era un arte porque muy pocas se me escapaban) Hoy ya no las atrapo pero sí me detengo a mirarlas, me pongo muy cerquita, hago silencio, siento que mi ritmo se calma, y en esa calma las contemplo. Quizás no creas tanto en el poder de esta pequeñez, pero créeme que logré encontrar en ese fugaz momento una forma de pausa, de detenerme, de recordar la belleza que me rodea y que, en piloto automático, se me pasa de largo. Seguramente tú tengas la tuya, lo sé.
2- Piensa en tus metas a corto y largo plazo. ¿Aún no las tienes? ¿O las has olvidado? Vuelve a escribir tu lista y comienza a trabajar en ellas. Prioriza tres para los próximos días, y cuando las alcances anótalas bien grande como ¡logradas! aunque no hayan resultado tan maravillosas como esperabas, no importa, dale un significado y reconócelas.
Por mi parte, si hay algo que tengo en claro son mis metas, sé que en el andar cambio alguna, o la transformo, pero eso no me preocupa, yo sólo avanzo focalizándome en dar un paso a la vez. Sé que no soy la misma ahora que hace 3 años, y no lo seré en 5 años tampoco.
3- Piensa cómo es tu relación con quien compartes tu vida, con tus hijos, con tu pareja, con el resto de tu familia. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo nuevo con ellos? ¿Cuándo fue la última vez que hiciste con tu pareja algo que los re-conectó y renovó su energía?
Me ha pasado que no tenía planes claros para disfrutar los fines de semana, y llegaba el domingo sin ni siquiera entender cómo era que estaba a pocas horas del lunes para comenzar nuevamente con una rutina. ¿Te ha pasado algo similar?
Tan importante como salir del piloto automático es reconocer que si te encuentras en ese lugar, es por alguna razón. Tu vida está desequilibrada por algún motivo, o es demasiado estresante o demasiado aburrida, demasiado complicada, o demasiado entregada a la rutina.
Tómate un día de esta semana y piensa realmente en tu vida. ¿Cómo puedes cambiar las cosas que ya no soportas? ¿cómo esa rutina puede transformarse en interesante? ¿cómo puedes recuperar el equilibrio y volver a enamorarte de tu vida?
Para dejar de sobrevivir, no fijes tus metas solo en lo material, sino sobre todo en tus áreas más críticas: tu espacio físico, tu falta de motivación, tu salud, tu carrera y tu desarrollo personal.
Podría suceder que necesites perdonar para seguir, alejarte de algunas personas, ser generosa con alguien para motivarte, atreverte a avanzar en un hobby que te saque de tu rutina o simplemente parar con los recuerdos de lo que ¨pudo haber sido¨ y no fue.
Hazte consciente, concéntrate en los 3 pasos claves que te dí y sal del piloto automático. Necesitas investigar qué te impide disfrutar de tu vida y actuar.
Te invito a conectar conmigo, puedo ayudarte en tu proceso.
¡Escríbeme!
¡Nos vemos pronto!
Carina Strobietto