De vez en cuando, nos podemos encontrar en una rutina de aburrimiento y desinterés. Parece que perdemos el entusiasmo por la vida y nos sentimos cansados, irritables y desmotivados. Queremos escondernos debajo de las sábanas en lugar de enfrentar el día. Tal vez te sientas abrumado por el trabajo, o triste por el dolor y el sufrimiento en el mundo, o simplemente aburrido con la rutina de tu vida diaria.
No estás solo. Todos pasamos por períodos como este en algún momento. La buena noticia es que podemos hacer algo al respecto. Aquí hay algunos consejos para ayudarte a salir de la rutina y sentirse entusiasmado con la vida nuevamente:
1. Tómate un «tiempo fuera» y regálate paz interior: el estrés prolongado puede desgastarnos y acabar con el entusiasmo que alguna vez tuvimos. Antes de hacer cualquier otra cosa, tómate unos minutos para respirar y simplemente SER.
Vacía tu mente de todo estrés y preocupación. Esto requiere práctica, ¡pero no te rindas! A medida que los pensamientos entren en su mente, empújelos suavemente hacia afuera y continúe manteniendo su mente vacía y tranquila. Toma respiraciones lentas y profundas y deja que todos tus músculos se relajen. Siéntate en silencio y recarga tus baterías. Trate de hacer esto todos los días, o incluso dos veces al día (mañana y noche). Necesitamos tiempo de tranquilidad tanto como cualquier otra cosa en la vida. Date el regalo de la paz interior.
2. Inspírate: lee algo motivador, inspirador o que te gusta fuera de lo que hoy es tu labor. Mira algunas fotos hermosas de la naturaleza o lee algo humorístico. Conscientemente mueve tus pensamientos a un lugar más positivo. Centrarse en nada más que el trabajo y nuestras tareas diarias en la vida puede dejarnos sintiéndonos bastante faltos de inspiración. Es fácil darle la vuelta si queremos. Solo tenemos que buscar cosas que levanten nuestro ánimo y nuestro estado de ánimo. Elige reír aunque no lo sientas, mira tú sonrisa frente del espejo, elige ser feliz y alegre todos los días. No esperes a que la inspiración toque a tu puerta, sal a buscarla, o créala. Evoca algunos recuerdos divertidos o conmovedores. Escríbelas en un diario para que puedas volver y leerlas cuando te sientas sin motivación.
3. Emociónate – Piensa en las cosas que has planeado para el día y reaviva el entusiasmo que alguna vez sentiste por ellas. Cuando empezamos un nuevo proyecto, o comenzamos un nuevo trabajo, ¡estamos entusiasmados con las posibilidades y ansiosos por comenzar!
Con el tiempo, podemos perder ese entusiasmo por una variedad de razones. Viaja atrás en el tiempo por un momento y piensa en lo que te entusiasmó tanto al principio. ¿Qué hizo que tu corazón latiera un poco más rápido? ¡Recupera ese sentimiento y aférrate a él! Incluso si tus tareas no son algo por lo que estas realmente entusiasmado, al menos piensa en algunos beneficios positivos por las cuales las estas realizando. Por ejemplo, enumere las formas en que beneficiarán a tus hijos, a tu cónyuge, a ti mismo, a tu trabajo o a tu hogar. Identifica la recompensa y concéntrete en esto. Incluso las tareas mundanas tienen algunos beneficios. A veces solo es cuestión de cambiar nuestra mentalidad para ver el lado positivo.
4. Pasos de bebé: a veces, la parte más difícil es comenzar.
Un proyecto parece tan monstruoso que nos estremecemos al pensar en todo ese tiempo y energía que tendremos que gastar. En lugar de abrumarte, comienza poco a poco. Configura un temporizador durante 15 minutos y simplemente comienza a trabajar en él. Permítete detenerte después de 15 minutos si realmente lo deseas. Pero la mayoría de las veces, una vez que empezamos a trabajar en algo, no queremos parar.
No te concentres en el panorama general, mire los detalles más pequeños y ocúpate de uno en uno. Cualquier tarea grande parece manejable una vez que la dividimos en pasos más pequeños.
5. Cuidado del Cuerpo – A veces nuestras sensaciones de cansancio son provocadas por deficiencias físicas, no mentales. Asegúrate de descansar lo suficiente, comer alimentos que nutran su cuerpo, beber suficiente agua, hacer suficiente ejercicio, etc.
Especialmente cuando estamos muy ocupados, tendemos a tomar las comidas más rápidas y fáciles, con alimentos altamente procesados y azúcar. Para que nuestro cuerpo funcione sin problemas, necesitamos mantenerlo adecuadamente. ¡Recuerde, el cuerpo es el vehículo para la mente y el alma!
Por mi experiencia la práctica del Yoga y el Taichi fueron las disciplinas para mi control holístico y el tennis como el ejercicio aeróbico, cardiovascular y de velocidad. Aún sigo organizando bien tomar agua ya que mi cuerpo no me lo pide.
Por último, recuerda recompensarte de vez en cuando y ¡sé amable contigo! Siempre habrá cosas que «deben» hacerse. Pero algunos de nosotros asumimos mucho más de lo que podemos manejar, y nuestras vidas se convierten en un pozo de trabajo pesado debido a eso. Trata de eliminar las cosas que realmente no te traen alegría, o al menos minimiza el tiempo que dedica a ellas. Haz lo que puedas y deja ir el resto. O pide ayuda. No sientas que tienes que hacer todo tu mismo.
Recuerda que la motivación, al igual que la felicidad, es algo que ELEGIMOS. Es posible que necesitemos darnos un pequeño empujón al principio, pero una vez que tengamos la mentalidad correcta, es sencillo permanecer allí si así lo decidimos.
Nos vemos pronto!
Carina Strobietto – Coach Internacional Sistemica-Coach de Imagen- Analista en Sistemas
