La confianza en el Coaching

Desde los años 90 escucho hablar de Coaching, pero es recién pasado el 2005 que ha tenido un renombre en el ámbito empresarial, también llamado Coaching Ejecutivo. 

Antes de comenzar, te cuento que elegí esta imagen porque creo que la confianza se adquiere y es un valor único que está en las manos del Coach y que la misma podría perderse como una hoja en el aire y nunca más recuperarla. 

Ahora si… comencemos con algunas definiciones útiles sobre el Coaching…

Según Kilburg (Kilburg, 1996) el coaching ejecutivo se define como: 

“…Una relación de ayuda entre un cliente investido de autoridad y responsabilidad empresarial en una organización y un consultor que usa una amplia variedad de técnicas y métodos de comportamiento para contribuir a que aquél alcance un conjunto de objetivos mutuamente identificados para mejorar su rendimiento y, en consecuencia, mejorar la eficacia de su organización en un acuerdo de coaching definido formalmente”.

Al aplicar una metodología de comportamiento podemos cambiar y destrabar problemas que surgen de un líder o de un grupo específico dentro de una organización. Como consecuencia los resultados profesionales mejoran y también mejora su vida personal. En este proceso de coaching el individuo sale de la zona de confort pudiendo identificar sus debilidades y fortalezas, sus oportunidades y amenazas.

El Coaching te potencia, te empodera y este efecto es multiplicador, porque tanto si eres un empleado, jefe, líder o dueño de una empresa, estarás generando por medio de tu comunicación lo que tu sientes y piensas y entonces mejorando como líder, mejorarán cada uno de los integrantes del equipo y la forma en la que ellos se relacionan y colaboran para llegar a óptimos resultados.

Hablemos qué pasa con la confianza en el coaching….

A pesar de la popularidad del coaching muchas colegas y directivos no confían aún en los beneficios que se pueden aportar tanto para su negocio como para sus vidas. Si nos basamos en que el coaching es una herramienta de desarrollo y aprendizaje basada en el diálogo sincero, honesto y confidencial entre ambas partes, podemos en definitiva entender que para llegar a ese tipo de diálogo se necesita de la confianza y que ésta se adquiere con el tiempo. 

El cliente podrá expresar con sinceridad aquellas creencias limitantes, rígidas y tal vez sesgadas, así como hablar de ciertas actitudes con el equipo que lidera y analizar ciertas situaciones, poder expresarse vulnerable, sensible, realizar comparaciones, suposiciones y expresar sus sentimientos.

Desde el punto de vista organizacional, cuanto más alto es el cargo jerárquico, más difícil resulta conseguir espacios de retroalimentación (feedback) en donde puedan nutrirse de información valiosa acerca del desempeño real de ese ejecutivo, gerente o dueño de empresa. Honestamente ¿quiénes de las personas que trabajan en el entorno de estos cargos podrían dar un feedback sincero? 

En cargos gerenciales y de dirección, también se limita el tiempo para trabajar sobre ellos mismos por estar a menudo focalizado en el trabajo con el equipo a cargo. Es acá en donde un espacio personalizado como el Coaching ejecutivo puede trabajar diferentes aspectos de su vida, potenciando sus estímulos, y en consecuencia impactar en el resto de la organización. Pero nada de esto último sería posible si no se construye una relación de confianza mutua. 

A lo largo del proceso de coaching, el coach utilizará herramientas y técnicas para un reenfoque con el propósito de expandir la mente del cliente, con lo cual es fundamental y crucial que exista la confianza.

Es muy importante que el coachee (persona que recibe el servicio de coaching) entienda que podrá confiar en el coach más allá de que estas sesiones podrían estar siendo pagadas por el dueño de la empresa o el departamento de Recursos Humanos. Es por eso que previo al comienzo del proceso, ambas partes concuerdan los términos y condiciones de qué será confidencial y qué no lo será. Esto establece un marco formal y al mismo tiempo influye de manera directa sobre la confianza. 

Según John Whitmore (Whitmore John, 2018) la confidencialidad es crucial para la relación de coaching. En esta figura se demuestra que la confidencialidad implica que ni el líder del coachee ni quien esté pagando las sesiones podrán saber todo lo que sucede en las mismas. Los óvalos de la figura representan lo que en ocasiones se conoce como “murallas chinas”. 

Figura: La confidencialidad es crucial para la relación de coaching. 

Damian Goldvarg (Goldvarg, 2017), en su capítulo sobre supervisión de inquietudes éticas y legales, nos habla de que los códigos de ética de las diferentes asociaciones profesionales tienen puntos en común y que de acuerdo al escrito por David Lane (2011), hay cuatro elementos universales incluidos en la confidencialidad: 

  • Respeto por la dignidad de las personas.
  • Cuidado competente basado en habilidades apropiadas para asegurar el bienestar del cliente.
  • Integridad.
  • Responsabilidad profesional para con la sociedad.

Solo existirán ciertos casos en los que es apropiado no respetar la confidencialidad y deben ser aclarados desde el inicio. Esto sucede por ejemplo si el cliente está envuelto en una situación de peligro para sí mismo.

¡Deseo que haya sido útil este primer posteo en mi blog y espero verte pronto!

Carina Strobietto

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