Las fotografías son más claras cuando están enfocadas. Cuando están desenfocadas, son borrosas, indistintas y te invitan a pasarlas de largo. ¡Cuántas veces me he sentido decepcionada por el resultado de mi foto cuando el foco estaba mal puesto! Miles.
¿Te cuento algo que tal vez no sabes de mí? ¡Soy fotógrafa! Mi padre y mi primer mentor, me regaló su Nikon f2 manual en los ´90, y con ella dí mis primeros pasos en la fotografía. Luego actualicé mi equipo, compré unos lentes nuevos y me entrené con tres fotógrafos en iluminación, books y new born.
Recuerdo cuando los rostros o los objetos me salían borrosos, incluso irreconocibles, y no tenía más que desechar la imagen; no era la foto que tenía en mente, ni la idea que soñaba, ni la luz que buscaba. En algunos momentos experimenté nuevos enfoques y poses y en otros directamente culpé a la cámara de mi desenfoque.
La calidad de las imágenes de la realidad que aparecen en tu vida, también se deben en gran medida al enfoque adecuado.
El resultado que deseas manifestar en tu vida primero debe crearse claramente en tu imaginación. Debe estar ‘en foco’; es decir, los componentes deben estar definidos, claramente vistos y visualizados. De hecho, una sesión de fotos se planifica, se presentan alternativas y se elige un lugar especial previamente visualizado.
En segundo lugar, a medida que avanzas en el ‘hacer’ necesario para alcanzar tu imagen, debes permanecer enfocado en tu objetivo y no distraerte con lo que sucede a su alrededor.
Es simple, pero qué difícil llevarlo a cabo, ¿cierto?
Aun así, siempre me sorprende lo desenfocadas que son la mayoría de las personas. Si no estás seguro de lo que digo, haz tú la prueba. Pídale a alguien que describa el deseo de su corazón y el 90% de las veces, no puede obtener una descripción clara de ello. Es borroso e indistinto. Aparecen generalidades pero no especificidades. O incluso dan una descripción de la imagen por lo que NO está en ella.
Veamos un ejemplo:
-Quiero salud, riqueza y felicidad.
-Entonces, ¿qué significa la salud para ti?
-Bueno, ya sabes, no quiero estar enfermo.
-Entonces, ¿qué significa la riqueza para ti?
-Bueno, ya sabes, es necesaria para no faltar a mis deberes con mi familia, para no sentir carencias…
-Entonces, ¿qué significa la felicidad para ti?
-Bueno, ya sabes, no estar triste, insatisfecho. Tener paz.
-¿Y qué es para ti tener Paz?
-Bueno, no tener que ver más guerras en este mundo…
NO esto, NO aquello. Defines tu ideal por lo que NO está en él, en vez de definirlo por lo que SÍ está. El problema de enfocarse en ‘que no haya guerras’, por ejemplo, es que te estás enfocando en la guerra. El problema de enfocarse en “no estar triste”, es que todavía te estás enfocando en la tristeza, no en la alegría. El foco está mal puesto: está en la carencia y la limitación y no en la abundancia y la potencialidad.
La mayoría de las personas parece saber lo que NO quiere.
Pero necesitas enfocar tu atención e intenciones en esos ideales que SÍ quieres, deseas, anhelas, ambicionas. ¡Haz que ese enfoque sea claro y distinto!
Cuando obtienes la imagen en la que te has enfocado, llegarás a ese anhelo sin dudas.
«La prosperidad es la abundancia de todas las cosas que se tienen en la mente como ideales y en el corazón»
Entonces te pregunto: ¿Qué tan claros son tus ideales? ¿Cuánto deseo, anhelo, pasión hay en ellos? ¿Qué tan enfocada está la imagen en tu mente? ¿Qué tan enfocado está tu deseo de que ese ideal se refleje en tu vida?
Lo complejo de la vida es que está maravillosamente llena de distracciones
Estás ahí, enfocado en algún propósito u objetivo y luego ocurre otra cosa increíblemente intrusiva. Tal vez has invertido en cursos y montado un negocio nuevo que te apasiona y se presenta algún obstáculo aparentemente importante, por lo que cambias de opinión, cambias tu plan, cambias tu enfoque a la próxima gran idea de negocio, y la siguiente después de eso.
La vida está llena de distracciones que hacen que sea fácil perder el enfoque. Los ganadores se mantienen enfocados. A veces están tan concentrados que ni siquiera puedes llamar su atención.
Recuerdo que cuando certifiqué como Coach fueron meses de concentración plena, tenía una fecha límite y mi concentración era tal que nada me sacaría del eje. Tenía que organizar mis tiempos y sacar cosas pendientes de mi cabeza.
El 1er truco que he aprendido:
NO utilices una carpeta, ni electrónica ni física, para dejar lo que debes ordenar después. NO lo hagas porque eso hará que quede instalada en tu mente otra distracción que afectará tu enfoque diario. De una vez y ya mismo deja esa carpeta ordenada y sino elimínala.
Es muy importante dedicarle tiempo a la organización, porque te aseguro que este hábito hará en ti a esa persona ganadora.
El 2do:
Elimina cualquier escape de energía. La organización del tiempo en horas y semanas fue la estrategia para organizar mi trabajo.
Cada semana dedicaba X cantidad de horas únicamente a mi tesis. Delegué parte de mis tareas a otra persona y no miré las redes sociales. La televisión pasó a ser un adorno por un periodo de tiempo.
Como seres humanos tenemos la bendición de ELEGIR. Entonces ¿por qué no la utilizamos para enfocarnos en lo que SI queremos?
¿Puedes identificar cuáles son esos escapes de energía que hacen que no puedas avanzar? ¿Qué podrías hacer hoy para comenzar a eliminarlos?
Me encantaría que me compartas qué otras maneras tienes tú de enfocarte.
¡Nos vemos pronto!
Carina
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